Dolores Martínez de Anda, conocida como Lola Álvarez Bravo importante
fotógrafa para la Historia de la Fotografía de este país.
Lola se volvió una de las mujeres más importantes de la escena cultural
mexicana. Fue una de las primeras artistas mujeres que abrieron camino a las
generaciones más jóvenes.
Bravo, es conocida por sus retratos de escenas en las calles de la ciudad
y por los retratos de estudio de artistas, poetas y filósofos de su época.
Su fotografía explora constantemente la composición de nuevas imágenes.
Sus collages, aunque no fueron muchos, la distinguieron en la escena
surrealista. Tuvo varias incursiones en la fotografía experimental que rara vez
se muestran y son muy interesantes, tanto en proceso como en resultados.
En varias ocasiones dijo que su fotografía se volvió importante porque
retrató una época que pasó muy rápido, que ya terminó. Tal vez, sentimos
fascinación por lo que vemos que fue y no alcanzamos a reconocer en lo que
vivimos todos los días.
El trabajo de esta artista no sólo documenta la escena cotidiana de su
época y sus protagonistas; Lola es impecable al momento de plasmar el valor
social de cada persona y cada elemento que aparece en sus fotografías.
Lola Álvarez Bravo se divorció de Manuel Álvarez Bravo en 1935 y a partir
de entonces trabajó para la Secretaría de Educación Pública, El Instituto de
Investigaciones Estéticas de la UNAM, y varios periódicos nacionales, luchando
contra los colegas reporteros hombres, que se burlaban de ver a una mujer trabajando
en las calles. También impartió clases en la Academia de San Carlos en la
Ciudad de México.
Texto cortesía Fundación CIAC
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